martes, febrero 03, 2009

"Suelo evocar con rencor a la gente que, mayor en mundo, tuvo mi verde destino entre sus manos -destino tan obvio o tan importante como el de cualquier mortal- y no hizo más que paralizarlo. No es que requiera la fórmula de vida ni el consejo edificante, sino que me permitieran respirar por mis propios medios y equivocarme sin inquisiciones. Con generosa intención, con protectora conciencia, Juan Ramón me destruía, y no tenía derecho a equivocarse porque el era Juan Ramón y yo nadie. Sólo alguien que esperaba el diálogo y recogía la torpeza."

María Elena Walsh
Fantasmas en el parque
Alfaguara

1 Comments:

Blogger Unknown said...

Che que lindas cosas, porque no lo seguiste?
Saludos!

7:58 a. m.  

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