LA BESTIA Y EL ESPEJO
Para Gustavo S. escrito en la resca de nuestras charlas.
I
Es cierto
no se han visto ojos tan tristes como los míos
ni belleza tal
que haga entrar en decadencia a los gigantes.
II
El olor a leña de los roperos
seduce a las mariposas
que atraviesan la habitación
como un cuchillo serruchando un pan,
sollozan:
nunca hemos visto el reverso de nuestras alas
una cama con cenizas, no es siempre la cama de un muerto
¿Qué hay en lo tenue de esta luz?
fantasmas o perros
la inspiración de tantos hombres sin talento.
III
una bolsa de lavanda en el cajón
y el polvo más seco
de las alas y el polvo más blanco
más brillante, cayéndose
mis uñas, serán panteones
de sus células muertas.
IV
el tul en su transparencia
presenta un tajo
por donde se escapa el encanto.
V
¿ Será la lluvia
que moja mis párpados,
mis plantas olvidadas en el balcón
lluvia de manos pequeñas, tan pequeñas que
será ésta la lluvia
ácida de la que hablabas ?
VI
Ah
terrible, que niña
triste
le habla al ropero,
le habla a los árboles, a las polillas
pero no le habla a él
el frío aplasta su pecho, sus miles de hojas
de eucalipto
me mira y no puede pensar
tan solo en:
el pelo crece
el día llega y por suerte se va.
VI
Para lo grande y lo diminuto necesitamos prótesis
gafas
una lupa sostenida al sol
busca la circunferencia perfecta
del fuego.
VII
¿Quiere un cigarrillo?
ah!
la tenue luz
del humo en los pulmones
es esto la felicidad?
tu y yo y la nieve
y esa luz
por favor
apaguen esa luz
(estoy tan pálida)
VIII
Si esta luz te cala
los huesos, no es la lluvia
no digas que es la lluvia.
Los huesos se precipitan
y caen calas
pero no empieces con tu llanto blanco
a astillarme el alma y por favor, mirame
no me toques: no creas que hay espejos
que no cortan.
IX
La soledad da gratitud
yo nunca deje de ser
una chica pudorosa, influenciable
espaldas de la misma moneda
¿que clase de moneda reniega de una de sus caras?
-no ha sido una metáfora feliz-
¿que clase de imán no se repele a si mismo?
mis palabras son frías
no frívolas.
X
¿Tengo la bragueta abierta?
la flor es el primer signo del ocaso
ves como caen
los pétalos
como los años
se dejan caer
se desprenden
quien busca poseer, encuentra la muerte
es lo que saben las flores
y los floreros
animo!
que la historia de mi vida
no serán sino anécdotas graciosas…
XI
Me cuesta creer
te cuesta crecer
sollozan las mariposas
las algas siempre ocultan algo
un tesoro
un animal un muerto
no importa que existas
mientras todos lo crean
estalla la vaina en la vara
verde de la planta, la rama en agua muere
lenta pero muere. Sus semillas,
son como el semen de un ahogado
ahogado, puede un cuerpo dar semillas?
XII
Esta bien que corra
si lo que me importa es divertirme
pero estoy harta.
XIII
En el ardor del recuerdo
brota una piel sobre mi piel
pero no soy una serpiente
no dejo atrás
no huyo
no
soy como un ropero
mi corteza se hace dura
me proteje
XIV
Siempre poniéndome vestiditos.
¡dejen de ponerme vestiditos!
XV
Es el sueño del altar propio:
cuando me muera
quiero estar rodeada de botellas
de plástico
cumplirle los deseos a la gente.
Porque así soy, al fin
mariposa de la noche
prostituta selectiva.
XVI
Amor…
-se oye un sollozo-
amorcito, nos das miedo…
pero si soy hermosa!
miren lo tenue de esta luz.
XVII
Entre un altar y una cama
no hay demasiados pasos
sólo malos entendidos.
Para Gustavo S. escrito en la resca de nuestras charlas.
I
Es cierto
no se han visto ojos tan tristes como los míos
ni belleza tal
que haga entrar en decadencia a los gigantes.
II
El olor a leña de los roperos
seduce a las mariposas
que atraviesan la habitación
como un cuchillo serruchando un pan,
sollozan:
nunca hemos visto el reverso de nuestras alas
una cama con cenizas, no es siempre la cama de un muerto
¿Qué hay en lo tenue de esta luz?
fantasmas o perros
la inspiración de tantos hombres sin talento.
III
una bolsa de lavanda en el cajón
y el polvo más seco
de las alas y el polvo más blanco
más brillante, cayéndose
mis uñas, serán panteones
de sus células muertas.
IV
el tul en su transparencia
presenta un tajo
por donde se escapa el encanto.
V
¿ Será la lluvia
que moja mis párpados,
mis plantas olvidadas en el balcón
lluvia de manos pequeñas, tan pequeñas que
será ésta la lluvia
ácida de la que hablabas ?
VI
Ah
terrible, que niña
triste
le habla al ropero,
le habla a los árboles, a las polillas
pero no le habla a él
el frío aplasta su pecho, sus miles de hojas
de eucalipto
me mira y no puede pensar
tan solo en:
el pelo crece
el día llega y por suerte se va.
VI
Para lo grande y lo diminuto necesitamos prótesis
gafas
una lupa sostenida al sol
busca la circunferencia perfecta
del fuego.
VII
¿Quiere un cigarrillo?
ah!
la tenue luz
del humo en los pulmones
es esto la felicidad?
tu y yo y la nieve
y esa luz
por favor
apaguen esa luz
(estoy tan pálida)
VIII
Si esta luz te cala
los huesos, no es la lluvia
no digas que es la lluvia.
Los huesos se precipitan
y caen calas
pero no empieces con tu llanto blanco
a astillarme el alma y por favor, mirame
no me toques: no creas que hay espejos
que no cortan.
IX
La soledad da gratitud
yo nunca deje de ser
una chica pudorosa, influenciable
espaldas de la misma moneda
¿que clase de moneda reniega de una de sus caras?
-no ha sido una metáfora feliz-
¿que clase de imán no se repele a si mismo?
mis palabras son frías
no frívolas.
X
¿Tengo la bragueta abierta?
la flor es el primer signo del ocaso
ves como caen
los pétalos
como los años
se dejan caer
se desprenden
quien busca poseer, encuentra la muerte
es lo que saben las flores
y los floreros
animo!
que la historia de mi vida
no serán sino anécdotas graciosas…
XI
Me cuesta creer
te cuesta crecer
sollozan las mariposas
las algas siempre ocultan algo
un tesoro
un animal un muerto
no importa que existas
mientras todos lo crean
estalla la vaina en la vara
verde de la planta, la rama en agua muere
lenta pero muere. Sus semillas,
son como el semen de un ahogado
ahogado, puede un cuerpo dar semillas?
XII
Esta bien que corra
si lo que me importa es divertirme
pero estoy harta.
XIII
En el ardor del recuerdo
brota una piel sobre mi piel
pero no soy una serpiente
no dejo atrás
no huyo
no
soy como un ropero
mi corteza se hace dura
me proteje
XIV
Siempre poniéndome vestiditos.
¡dejen de ponerme vestiditos!
XV
Es el sueño del altar propio:
cuando me muera
quiero estar rodeada de botellas
de plástico
cumplirle los deseos a la gente.
Porque así soy, al fin
mariposa de la noche
prostituta selectiva.
XVI
Amor…
-se oye un sollozo-
amorcito, nos das miedo…
pero si soy hermosa!
miren lo tenue de esta luz.
XVII
Entre un altar y una cama
no hay demasiados pasos
sólo malos entendidos.
1 Comments:
si bien no me gusta ser reiterativo, me encanta lo que producís. Es de una sustancialidad sorprendente que te hace una poeta madura.
felicitaciones de nuevo!
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