La chica de las flores
“Y una canastita llenita de flores
no la descuides vidita
que son mis amores”
ese ramo de lilium y astroemelia
y hoja de iris y cripsófila que no te dejé
que me compres en el puesto de la
esquina de Corrientes y Uriburu aquella
madrugada, hace una semana porque
en mi vida
hay tantas flores y en el
momento pensé, que no valía
el precio que tenía marcado
porque eran pocas varas y no
durarían ni dos días
por lo abierto de los capullos
por el verde casi amarillo de las hojas
lo que daría hoy por mirar
ese ramo mustio en un florero
por haberlo visto marchitarse cada
día un poco como una
despedida más larga o haber guardado los
pétalos en el libro del quijote que me
regalaste, para olvidarlos y que
me sorprendan en el verano cuando
dijiste que debía leerlo, lo que
hubiera dado por haber tenido ese ramo
con esos lilums para
mirarlo a la hora de tu embarque
o antes en el albergue
transitorio que tanta
risa te dio el nombre
y las láminas con pequeñas luces que
se prendían y se apagaban en retratos de
puertos, faros y cruceros
y la alfombra roja y las
paredes de la habitación hechas con
espejos cortados en tiritas y puestos
uno al lado del otro donde
nuestros cuerpos se convertían en
collages, o el espejo del techo donde
un ventilador giraba en mi ombligo
lo que hubiera dado por tener
el ramo de lilums blancos y astromelias sobre la
pila de ropa mezclada tuya y
mía sobre el suelo y mirar
espejos y flores y no saber
cual es mi reflejo.
“Y una canastita llenita de flores
no la descuides vidita
que son mis amores”
ese ramo de lilium y astroemelia
y hoja de iris y cripsófila que no te dejé
que me compres en el puesto de la
esquina de Corrientes y Uriburu aquella
madrugada, hace una semana porque
en mi vida
hay tantas flores y en el
momento pensé, que no valía
el precio que tenía marcado
porque eran pocas varas y no
durarían ni dos días
por lo abierto de los capullos
por el verde casi amarillo de las hojas
lo que daría hoy por mirar
ese ramo mustio en un florero
por haberlo visto marchitarse cada
día un poco como una
despedida más larga o haber guardado los
pétalos en el libro del quijote que me
regalaste, para olvidarlos y que
me sorprendan en el verano cuando
dijiste que debía leerlo, lo que
hubiera dado por haber tenido ese ramo
con esos lilums para
mirarlo a la hora de tu embarque
o antes en el albergue
transitorio que tanta
risa te dio el nombre
y las láminas con pequeñas luces que
se prendían y se apagaban en retratos de
puertos, faros y cruceros
y la alfombra roja y las
paredes de la habitación hechas con
espejos cortados en tiritas y puestos
uno al lado del otro donde
nuestros cuerpos se convertían en
collages, o el espejo del techo donde
un ventilador giraba en mi ombligo
lo que hubiera dado por tener
el ramo de lilums blancos y astromelias sobre la
pila de ropa mezclada tuya y
mía sobre el suelo y mirar
espejos y flores y no saber
cual es mi reflejo.
6 Comments:
ahhh, una corín tellado urbana! nice!
me metaste nena!
mataste
Hola! que tal! ando buscando la cancion "la canastita", pa escucharla. si la tenes en mp3, seria un golazo. meco8884@hotmail.com
Francisco, no tengo la canción en la compu, pero puedo decirte que está en un disco de Leda Valladares y María Elena Walsh, se llama "De valles y quebradas" lo vendían en Zivals a $7 creo...
eso
suerte
beso!
mil gracias!!! ojala que abra los domingos, pq voy a buscarla.
lindisimo lo que escribis. te invito a agregarme al msn
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