cumpleaños
Del techo cuelgan las guirnaldas
y las flores rojas con el paso de las horas
se vuelven naranjas en las botellas-florero.
Mi cabeza tampoco logra hidratarse .
Tropiezo con algunas sensaciones huérfanas,
colillas de cigarrillos en los zócalos.
La casa fue acondicionada para festejar
y festejamos.
Ahora todo está muy quieto, aferrado, empedernido.
Los muebles siguen amontonados en una habitación.
Descalza y sin gracia atravieso los restos de la pista de baile.
Como un niño que pide upa, el nuevo año me reclama;
sostengo su cuerpo dormido, ese cuerpo que aún
no se sostiene a si mismo, sus huesos y los míos
y un leve estremecimiento, una risa que viene de muy lejos,
una calma.
Del techo cuelgan las guirnaldas
y las flores rojas con el paso de las horas
se vuelven naranjas en las botellas-florero.
Mi cabeza tampoco logra hidratarse .
Tropiezo con algunas sensaciones huérfanas,
colillas de cigarrillos en los zócalos.
La casa fue acondicionada para festejar
y festejamos.
Ahora todo está muy quieto, aferrado, empedernido.
Los muebles siguen amontonados en una habitación.
Descalza y sin gracia atravieso los restos de la pista de baile.
Como un niño que pide upa, el nuevo año me reclama;
sostengo su cuerpo dormido, ese cuerpo que aún
no se sostiene a si mismo, sus huesos y los míos
y un leve estremecimiento, una risa que viene de muy lejos,
una calma.
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